Los 13 mejores momentos en la carrera de Kobe Bryant
marzo 5, 2020 NBA
Kobe Bryant marcó a más de una generación de aficionados al deporte. Su carrera está llena de proezas, pero estas son las que definieron su trayectoria.
No importa que momento sea, ni cuánto tiempo haya pasado, parece irreal la muerte de Kobe Bryant. A sus 41 años había marcado a múltiples generaciones de aficionados al deporte, no sólo del basquetbol, y por ello, aquí recordamos sus mejores momentos.
Cientos de jugadores profesionales, amateurs o aficionados al deporte, fueron cautivados por Kobe Bean Bryant, pero no sólo por su espectacular juego. Al llegar a los 17 años al ojo público, fuimos testigos de las imperfecciones, caídas, triunfos y todo lo que conlleva crecer.
El final de su carrera deportiva y el inicio de una nueva, estuvo marcada por la importancia de contar historias y lo que podemos aprender de ellas. Esto la podemos apreciar en sus múltiples artículos publicados en Players Tribune. En su vida personal encontramos momentos decisivos, pero en lo que concierne a su carrera profesional, estos son los mejores momentos de Kobe Bryant, “La Mamba Negra”
Con la selección número 13 del Draft de 1996, tras un intercambio con los Charlotte Hornets, Los Ángeles Lakers seleccionaron a un jovencito de apenas 17 años con un futuro muy prometedor, pero que nadie imaginó se convertiría en el jugador más emblemático de una de las franquicias más importantes de la NBA.
Con el jersey número 8 y la gorra de los Lakers en su cabeza, Kobe llegó al mejor basquetbol del mundo lleno de confianza que en aquel momento se confundió con arrogancia. Pronto el mundo descubrió que había certeza en esa desafiante sonrisa, la cual le acompañó hasta el final de su vida.
El 3 de noviembre de 1996 nadie en el Staples Center lo sabía, ni nadie que estuviera viendo el juego entre Lakers y Timberwolves, pero ese día inició una de las más grandes historias deportivas. De lo único que tenían conciencia es que, con 18 años y 2 meses, el delgado, casi escuálido, escolta del equipo angelino era el más joven en disputar un partido de NBA.
En apenas 6 minutos no anotó puntos, registró un rebote y un robo. Nadie lo sabía, pero ese fue el debut de una leyenda.
Era el partido 19 de Kobe, mientras que Michael Jordan era el reinante MVP de la NBA y de las finales del 96. En repetidas entrevistas Kobe ha mencionado que aquel 17 de diciembre en la arena de Chicago, el presente de ambos poco le importaba, que él tenía la seguridad de vencer al más grande de la historia.
Aquel día el maestro le dio una lección al discípulo. Jordan concluyó el partido con 33 puntos, mientras que Kobe apenas jugó 10 minutos para 5 puntos. El poco tiempo fue suficiente para pedirle un par de consejos a Jordan y mostrar flashazos de que merecía ser su heredero, no sin antes padecerlo en la duela.
Siendo un estudioso del juego, y principalmente de Jordan, Kobe sabía que cada vez que un jugador le ponía una pantalla a Michael, éste, giraba al lado contrario. Había visto una y otra vez ese movimiento, sin embargo, el día que lo vivió por primera vez, cayó en la trampa y Jordan le volcó el balón. Al correr al otro lado de la cancha Michael se dirigió a Kobe y le dijo: “Es mucho más rápido en persona ¿no?”
My favorite Kobe story, and one of his favorites to tell me: After studying Michael Jordan on film, what it was like the first time a trademark dunk move happened before his eyes the first time he played MJ & the Bulls. I think he would have wanted you to all know this one… pic.twitter.com/XuMfa0x0aR
— Darren Rovell (@darrenrovell) January 28, 2020
En el minuto 1:19 aparece el momento que relató Kobe.
En su año de novato Kobe participó en el concurso de volcadas, su primera y única participación en el torneo. El evento ha cambiado mucho desde entonces, en aquella edición Kobe ganó con volcadas sin accesorios, ni piruetas sofisticadas, pero sí con mucha plasticidad en sus movimientos y con un aire de arrogancia que sólo alguien como él podía desplegar a los 18 años y salirse con la suya, pues a pesar de su actitud desafiante, el publicó se rindió ante el joven Laker.
En 1999 Phil Jackson llegó a los Lakers y la carrera de Kobe despegó. Se convirtió en uno de los mejores anotadores y defensivos de la liga, y junto a Shaquille O’Neal formó una de las duplas más dominantes que se han visto en la NBA.
Con ambos jugadores en el pico de sus carreras los Lakers se convirtieron en una fuerza imparable, logrando 3 campeonatos seguidos del 2000 al 2002, el último equipo en lograr dicha hazaña.
Si hay un año que define a esta dinastía probablemente es el 2001, cuando barrieron a los Portland Trail Blazers, Sacramento Kings y San Antonio Spurs para coronarse en la Conferencia Oeste . Sólo una ridícula actuación de Allen Iverson en el juego 1 de las finales impidió que los Lakers terminaran la postemporada sin derrota. Ese récord de 15-1 en playoffs permanece como la mejor marca de la historia.
Aquí una entrevista sobre las dos leyendas de la dinastía de los Lakers del inicio de siglo, donde conversan desde aquella ocasión cuando se fueron a los golpes en una práctica, los títulos, los enfrentamientos, hasta la amistad que forjaron fuera de las duelas.
Hay récords en todo deporte que tal vez nunca veamos romper, uno de ellos es el de más puntos en un partido de NBA (100), realizado por Wilt Chamberlein, pero probablemente tampoco veamos a alguien quebrar la segunda máxima cantidad. Esa le pertenece a Kobe Bryant quien en 2006 se desató con 81 puntos ante los Toronto Raptors.
El 22 de enero de 2006 en el Staples Center no importó qué jugador de Toronto lo marcara, “La Mamba Negra” fue imparable; todo Canadá podría haber ido a la defensa, pero esa noche estaba destinada a ser una de las más memorables.
7 años después, en una serie de Tweets, Kobe recordó aquel día y escribió que ese partido fue el primero en que su abuela lo vio jugar como profesional y en el cumpleaños de su difunto abuelo. También publicó que tras ver la cantidad de sencillos disparos que falló, pudo haber anotado 100 puntos.
En la campaña 2007-08, luego de promediar 28 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias por partido y liderar al mejor equipo de la Conferencia Oeste, Kobe Bryant fue nombrado MVP.
Ese año, ya con el 24 en su jersey, la carrera de Kobe tuvo un segundo aire gracias a la llegada de Paul Gasol al equipo a mitad de temporada. Con Gasol formó una dupla imponente, llegando a tres finales consecutivas. La primera de ellas ocurrió ese mismo año, sin embargo, un joven equipo de Los Ángeles se quedó corto, perdiendo la serie final en 6 partidos ante los Boston Celtics de Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen.
Con Gasol en el equipo, los Lakers se convirtieron en favoritos al título y después de la dolorosa final ante los Celtics, Kobe puso la misión de regresar por el campeonato. Los Lakers la cumplieron al vencer en 5 juegos al Orlando Magic.
Un año después, “La Mamba Negra” se volvería a enfrentar a los Celtics, pero esta vez no los dejaría vivos. En una serie que se fue hasta el séptimo juego, Kobe consiguió su quinto título y de manera consecutiva fue nombrado MVP de las finales, completando la revancha. Ese sería el último campeonato de los Lakers con Kobe, un increíble final ante el rival más odiado del equipo de Los Ángeles.
A diferencia de los años con Shaq, el liderato de ese equipo no tenía discusión. Eran los Lakers de Kobe. Qué tan importante era eso para Bryant, no tanto como ganar, pero sí lo tenía presente, pues cuando le preguntaron qué significaba ese quinto anillo, tan competitivo como era, su respuesta fue: “…Que tengo uno más que Shaq”.
El 2 de febrero de 2009, “La Meca del Básquetbol”, el Madison Square Garden, se rindió ante “La Mamba Negra”. La casa de los New York Knicks es una de las duelas más importantes del básquetbol, todo jugador quiere brillar bajo los reflectores de la Gran Manzana, pero nadie lo hizo como el 24 de los Lakers.
El 2 de febrero de 2009 Kobe estableció el récord de más puntos para un jugador visitante con 61, de hecho, en aquel entonces fue el récord absoluto de la cancha de Nueva York, hasta que en 2014 Carmelo Anthony lo superó con 62 unidades jugando aún para los Knicks.
El 14 de diciembre de 2014, en su temporada número 19, finalmente logró superar a su ídolo en puntos, convirtiéndose en el tercer máximo anotador. Con 26 puntos en la victoria ante los Timberwolves, “La Mamba Negra” superó los 32,292 de Michael Jordan, recibiendo una ovación de pie por parte de los aficionados de Minnesota.
Antes de ser un ídolo, tuvo que superar a “El ídolo”. La máxima inspiración de Kobe siempre fue Michael Jordan, intentó emular su juego, gestos, movimientos y mentalidad, algo común en todo aquel que vio jugar al 23 de los Bulls de Chicago en las décadas del 80 y 90. Todos querían volar tan alto como Mike, pero al final sólo Kobe lo logró. Su carrera la terminó con 33,643 puntos.
Las lesiones diezmaron al capitán de los Lakers al final de su carrera. En medio de un equipo muy joven y fuera de toda competición por el título, Kobe se dedicó a ser un mentor dentro y fuera de las canchas. Ya no era más aquel chico arrogante, se había convertido en un respetado veterano que compartía cuanta sabiduría había acumulado, sin embargo, el 13 de abril de 2016, en su último partido, el asesino de las duelas revivió para decir su último adiós en el basquetbol.
Kobe firmó su retiro a los 39 años anotando 60 puntos en un duelo dramático que ganaron los Lakers al Utah Jazz 101-96. Como en sus mejores años, con menos de un minuto en el partido, “La Mamba” le dio el liderato a su equipo. De manera irónica, la última jugada de Kobe fue una asistencia.
Imposible no emocionarse con aquel partido, nadie podía escribir un mejor final para la carrera de Kobe, sólo él, un gran contador de historias como nos lo demostró, de manera breve, tras su retiro de la NBA.
13. El contador de historias
“Como jugadores de basquetbol se supone que debemos callarnos y driblar, pero me alegra saber que hicimos más que eso”, esas fueron las palabras de Kobe Bryant al ganar el Oscar por mejor cortometraje animado.
Kobe escribió dicho cortometraje el cual es una carta al amor que vivió por el basquetbol por más de 20 años; una historia que resume la pasión, sacrificio y motivaciones que sintió por el juego. Como toda historia de amor verdadero, también relata el momento en que fue hora de dejarlo ir.
Sin duda hizo más que driblar el balón, por ello cautivo a generaciones; marcó el mundo del deporte con sus proezas atléticas y su “Mamba Mentality”, esa fuerza que brinda la convicción y la pasión; por ello su legado traspaso las duelas. A través de su amor por el juego nos enseñó lo que significa amar lo que hacemos y el sacrificio que ello conlleva.
Finalmente, el 26 de enero de 2020 ha quedado marcado como el día que pusimos en práctica una de sus lecciones y dijimos adiós a una de las máximas figuras del deporte.