Las gorras snapback son, básicamente, aquellas que tienen una correa de plástico en la parte trasera, para que las ajustes a tu cabeza.

Si quieres conocer más sobre este tipo de gorras, queremos compartirte que se empezaron a usar desde el siglo pasado, cuando los parques de beisbol se veían en blanco y negro en la televisión, y era común escuchar los partidos por la radio.

En esos años –a mediados de la década de los 40s para ser exactos–, nacía también la precursora de las gorras snapback que llevaba por nombre “elastic-backed”, una silueta que no utilizaba plástico, pero que su tela estaba diseñada para ajustarse a quienes, digamos, eran un poco más 'cabezones'.

De hecho, esta gorra se creó a petición de Honus Wagner, el manager y exjugador de los Pittsburgh Pirates, quien en aquella época no encontraba una gorra que se ajustara a su cuerpo, pues su complexión era excepcionalmente grande.

Ahora vayamos unas décadas más adelante, a “nuestra era”, como en una especie de viaje al futuro: al mundo de los colores, al universo del pop y el rap, y a los videos donde las snapback aparecían en los canales musicales, puestas en los artistas más famosos del momento. Allí –en los fans– surgía una especie de anhelo, un “vaya, yo quiero vestirme así”.

Y en ese “... quiero vestir así” se incluían los jeans, las playeras, los sneakers y por supuesto, las gorras. Fue aquí cuando empezaron a surgir muchas variantes y siluetas; entre ellas las snapback con bandas de plástico, esas que se ajustan a cada cabeza, estilo y preferencia.

Estas gorras son para las personas que no se han acostumbrado a las fitted (cerradas) porque no han encontrado su talla ideal, porque desean que haya espacio para su cabello o simplemente para aquellos que prefieren no limitarse por una talla de gorra.

Y bueno, después de contarte todo este contexto, queremos decirte que las gorras snapback tienen una gran característica: funcionan para diferentes momentos de la vida y, por supuesto, en escenarios donde es más cómodo portarlas, por ejemplo:

En los eventos en vivo…

Llámense festivales de música, ferias, exposiciones al aire libre, etc. Cualquier lugar que implique estar bajo el sol o moverse de un lado a otro; donde sabes que estarás fuera todo el día y en cualquier momento –normalmente al anochecer– te verás obligado a quitarte la gorra o ponértela al revés.

Las snapback son cómodas en ese sentido porque puedes usarlas al revés o “amarrarlas” en cualquier parte de una prenda –en tus pantalones o en tu bolsa, por ejemplo–, y seguir disfrutando.

En los viajes…

Aplica la misma situación: debes trasladarte de un lado a otro, a veces bajo el sol y otras veces en lugares cerrados; en calles, en la playa o en una ciudad donde el clima pueda hacerte una mala jugada.

En los estadios…

Es una fórmula clásica: si los jugadores de beisbol las usan desde hace más de medio siglo, ¿por qué los aficionados no? La diferencia es que hoy aparece en más deportes: futbol, futbol americano, basquetbol, etc.

La ventaja de una snapback en el estadio es que, de igual manera que en los festivales, cuando cae la noche puedes sujetarla a una prenda para que no se te pierda o voltearla para atrás y verte cool: bastante práctico.

Finalmente, algo que debes saber de las gorras snapback es que la mayoría son unitalla, pero también existen tallas (chica/mediana, mediana/grande y grande/extra-grande), hechas para aquellos que conocen la forma de su cara o hasta la simetría de su nariz con respecto a su barbilla y saben –tal vez– que aquello los hace verse más guapos o guapas y con estilo.

Por cierto, hablando de estilo y por si tienes alguna duda de cómo puedes combinar este tipo de gorras con tu outfit, aquí te compartimos algunos looks y una guía completa que te ayudará a incluir las snapback en tu vida.

Imagen de portada: Blake Hunter.
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