¿Tener una cap de los Yankees que sudó Babe Ruth? ¿Contar con más de 100 mil gorras? El coleccionismo ha llegado a niveles que no te imaginarías.
Y es que los coleccionistas de gorras vienen en todos los estilos, gustos y edades. Hay desde niños súper fans hasta grandes buscadores de tesoros. Algunas personas coleccionan porque les recuerdan momentos o lugares especiales en su vida, otras lo hacen porque tienen una afición especial por un equipo o deporte, y hay quienes son como los filatelistas o los numismáticos que se complacen al encontrar modelos raros y comprender la historia detrás de ellos.
Hay todo tipo de entusiastas y no necesitamos ir lejos para encontrarlos; solo falta ver los grupos de redes sociales donde la gente intercambia gorras, busca ediciones especiales y pide consejos, por ejemplo, sobre si deberían dejarles el sticker a sus caps o no.
Algo que podemos afirmar con seguridad es que hoy existen más coleccionistas de gorras que nunca, y su nivel de afición es cada vez más formal.
Hasta donde sabemos, Roger Buckey Legried –oriundo de Estados Unidos– continúa manteniendo el Récord Mundial Guinness por tener la mayor colección de gorras y sombreros con un total de 100,336 en siluetas variadas. Este hombre empezó a coleccionar en 1970 y ganó el reconocimiento el 2 de marzo de 2010; y aunque el señor falleció hace varios años, su hijo continúa con el legado y ocasionalmente recibe visitas.
Pero así como a Legried le gustaba coleccionar gorras trucker en particular, hay muchas otras personas que disfrutan reunir gorras de beisbol, el deporte que vio nacer a la silueta 59FIFTY como la conocemos hoy.
En julio de 2007 Hunt Auctions subastó una gorra de franela color azul marino, la cual utilizó Babe Ruth en los 1920s y se cree que es una de las tres únicas gorras del astro que sobreviven a la fecha. La silueta se vendió en $328,000 dólares y en su momento se estimó que superó el doble de lo que alguien jamás había pagado por una cap de beisbol.
En el transcurso del tiempo, las gorras han tenido una influencia muy importante en la cultura popular y deportiva, así que no es raro encontrarlas en colecciones de museos como el Smithsonian, el National Baseball Hall of Fame o el National Museum of American History. Al fin y al cabo, los diseños, materiales e incluso los colores usados en cada modelo son parte de un momento de la historia.
Pero las grandes colecciones inician de a poco, pieza por pieza. A veces, las antologías más especiales son las que están en una habitación privada o en la pared de un fan que tiene una relación especial con las gorras.
Existen historias cautivadoras como la de Ángel del Rosario. New Era Cap lo entrevistó hace algunos años para saber de dónde provenía su colección de más de 800 modelos. Desde 1991, Ángel se propuso obtener cada modelo que sus equipos usaron a lo largo de los años, entonces si un conjunto como los Yankees cambian de gorra cada temporada, él intentará conseguirla.
O la de Gihibrann de la Cruz, cuya pasión empezó a temprana edad gracias al beisbol. De pequeño jugaba como pitcher y primera base en la Liga Petrolera, y se convirtió en un deporte que lo llevó a viajar por México y otros países, logrando de forma natural algo que muchos coleccionistas hacen: el intercambio de gorras. Te recomendamos ponerle mucho ojo al video porque además lleva una 59FIFTY de la colección que salió por los 100 años de New Era.
A ciencia cierta, no sabemos cuál es la chispa que enciende la pasión en cada persona, pero estos relatos nos dejan ver que las gorras son más que un accesorio: son recipiente de sus memorias y gustos más emocionantes.
Si tú como ellos te gusta ser parte de esta comunidad, estamos seguros de que vas a disfrutar viendo nuestras Cap Talks, que son una serie de entrevistas a coleccionistas de New Era que tienen historias dignas de conocerse.
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